Castelsarrasin

La primera prueba definitiva de la existencia de la ciudad data del año 961, cuando Raimond I, conde de Rouergue, da por testamento a la abadía de Moissac, la Iglesia de San Salvador y sus tierras. Marcada por las guerras contra los ingleses hasta el final del siglo XII y(…)

La primera prueba definitiva de la existencia de la ciudad data del año 961, cuando Raimond I, conde de Rouergue, da por testamento a la abadía de Moissac, la Iglesia de San Salvador y sus tierras. Marcada por las guerras contra los ingleses hasta el final del siglo XII y las cruzadas contra los albigenses durante la primera mitad del siglo XIII, Castelsarrasin, administrada por cónsules, recibe sus primeras costumbres (textos de derecho que gobiernan la ciudad) en 1230. Después de haber sido devastada en los siglos XIV y XV por las inundaciones, la Peste y, sobre todo, la Guerra de Cien Años, las Guerras de Religión reinan desde 1560. Castelsarrasin, la católica, está luchando con el resto de la región protestante.La iglesia San Salvador es una de las raras que ha escapado a la destrucción. Puede visitarse todos los días de 9:00 a 18:00. Gratis. Alberga las reliquias de San Alpiniano.A partir de 1850, la ciudad, que cuenta 7.000 habitantes, comienza a desarrollarse y a extenderse, en particular gracias a la llegada del ferrocarril y luego de “la Fábrica”. En el siglo XX, a pesar de las terribles violencias de las dos guerras, la ciudad continúa su expansión hasta nuestros días cuando se afirma como el segundo sitio económico de Tarn-et-Garonne. En efecto, Castelsarrasin conserva su vocación industrial preservando su arte de vivir, su buen vivir, gracias sobre todo a la riqueza de su patrimonio arquitectónico religioso e histórico, sus calles típicas de la Edad Media, su Canal (tomado por barcos llamados gabarras), la variedad de su gastronomía, sus ventanas y jardines floridos.