Lafitte y la cascada Gimone

En Lafitte, cada paso que da le acerca a la naturaleza virgen y a un patrimonio cargado de historia.
Este pueblo, donde el agua baila con la piedra, entre palomares y vastos prados donde pastan caballos, es una invitación a la contemplación y la serenidad.

Lafitte, un pueblo encantador y tranquilo donde el agua está por todas partes

Atravesado por arroyos y ríos, este pequeño rincón de Tarn-et-Garonne celebra su íntimo vínculo con el agua a través de los nombres de sus calles y caminos: "Rue du Puits Perdu", "Chemin de la Rivière" y "Chemin de la Fontaine" son guiños poéticos a este patrimonio.

Mientras pasea, déjese sorprender por el fresco y la escultura de Jean-Jacques Kugel, un homenaje a la Cascade de la Gimone.

Descubra el Moulin de Sapiac y la Cascada de la Gimone

A dos pasos del corazón del pueblo, descubra la pequeña Cascade de la Gimone, junto al Moulin de Sapiac. Este molino de ladrillos funcionó hasta mediados del siglo XX. Aunque ahora es propiedad privada, su encanto intemporal se puede admirar desde el camino que lleva a la cascada, en medio de los campos de colza que se tiñen de dorado al amanecer de la primavera.

¿Cómo llegar?

Desde Lafitte, siga la D14, conocida como "Route du Fil de l'Eau",
En la rotonda, diríjase hacia Labourgade,
Justo antes de la señal de salida del pueblo, girar a la izquierda por el Chemin des Cascades,
Cruce el pequeño puente sobre el Gimone. A su izquierda, verá la elegante silueta del Moulin de Sapiac,
Unos pasos más adelante, disfrute del suave murmullo de la cascada.

¡Está tan cerca!